* Nota publicada originalmente en la Revista Miura.
Son las cuatro de la mañana de un martes y diluvia sobre la ciudad de Buenos Aires. Estamos haciendo las últimas fotos para la producción de tapa de esta edición de MiuraMag. El lugar elegido es un clásico: el túnel de la Avenida del Libertador, a la altura del Bajo de Belgrano.
Este año cumplo 34 años como periodista de autos y debo haber participado en un centenar de producciones de fotos y videos de autos adentro de este túnel. Conozco hasta dónde está ubicado cada pozo y desnivel de su trazado. La primera vez fue en 1992, con un Renault 21 TXE que probamos para “A Todo Motor”. En ese momento, era el auto más moderno del mercado automotor argentino. Por eso, esta madrugada celebro un nuevo aniversario con el túnel manejando un Renault, que promete ser igual de vanguardista: soy uno de los primeros en manejar en la Argentina el flamante Mégane E-Tech (ver nota de lanzamiento).
Más allá del lugar común del túnel, esta no será una producción de fotos más: al mando de la cámara está el genial Charlie Mainardi, que trabaja colgado desde el camera-car con la pose relajada del mago que ya ejecuta todos sus trucos “de taquito”. Ese camera-car es otro Renault: una Kangoo Express fabricada en Córdoba (¡qué contraste con el Mégane!). Ese vehículo de apoyo lo maneja Renato Tarditti.
Conozco bien a nuestro Señor Director de MiuraMag: lo veo relojeando el espejo retrovisor y paladeándose con ese túnel lleno de luces, el piso mojado y algunos charcos, que salpican gotitas de reflejos, para regocijo de la lente de Mainardi.
No es una lluvia normal la que cae esta madrugada sobre Buenos Aires. Es una verdadera tormenta eléctrica, con una buena cantidad de rayos y centellas. No puedo imaginar un marco más apropiado y electrizante para probar este Mégane E-Tech enchufable de 71 millones de pesos.
La crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Se llama Mégane, pero no tiene nada que ver con los Renault de ese nombre que conocimos a lo largo de casi dos décadas. El Mégane fue siempre el más multifacético de los modelos del Rombo. Podía tener carrocería sedán, hatchback, coupé, descapotable y hasta monovolumen, con el modelo que en muchos mercados se llamó “Mégane Scénic”.
En esta nueva reencarnación eléctrica, el Mégane E-Tech ahora es un crossover: uno de esos autos que combinan líneas de un hatchback de dos volúmenes, con algunos rasgos de SUV (como guardabarros y zócalos pintados de negro). Ni siquiera tiene un gran despeje del suelo: apenas 153 milímetros.
Su diseño es moderno y muy agradable. Es un auto de curvas redondeadas, amables a la vista y también elegante. Este Mégane E-Tech es el primero de una nueva familia de modelos de Renault que son espectaculares: acá incluyo a productos que todavía no se vieron en la Argentina, como las nuevas generaciones de los Scénic, Captur, Clio y el espectacular R5 (ver nota).
El Mégane fue el modelo elegido por la casa matriz para ubicarse al tope de la gama de los Renault eléctricos ofrecidos en América Latina. Es el buque insignia de la familia E-Tech, que en la Argentina se completa con los Kwid E-Tech (leer crítica) y Kangoo E-Tech (se lanzará a la venta en junio).
En nuestro mercado, el Mégane E-Tech competirá contra otros eléctricos del Segmento C (compacto), como los Nissan Leaf, Mercedes-Benz EQA y Volvo C40. Con 4.2 metros de largo y 1.7 de ancho, este Renault eléctrico es apenas más corto y angosto que una Duster. Pero tiene una distancia entre ejes bastante más generosa, con 2.68 metros.
La unidad de pruebas está pintada en un atractivo color “Gris Austral” (lo que hoy se conoce en muchas marcas como “Nardo Grey”). El techo, los parantes y los retrovisores son siempre de color negro brillante, sin importar el tono de la carrocería. Las llantas tienen un diseño bastante galáctico: vienen calzadas con Continental EconoContact6 195/60R18.
POR DENTRO
Para que se comprendan más fácil las dimensiones del Mégane E-Tech se me ocurrió compararlo con la Duster, pero hasta ahí nomás llega la referencia. En la cabina, este Renault es un show aparte: minimalista, pulcro, tecnológico, cálido, luminoso y muy espacioso, todo bien combinado y en armonía.
El tablero digital tiene 12.3 pulgadas y la pantalla multimedia suma 9 pulgadas más. El volante tiene la base plana y una buena cantidad de comandos con botones físicos. Al no haber túnel central de transmisión, hay mucho espacio para guardar objetos, pero también una buena cantidad de “aire libre”: zonas que no se ocupan con nada, para brindar una mayor sensación de amplitud.
Las butacas son muy cómodas y están tapizadas con tela reciclada. Estos textiles ecológicos también están presentes en varios revestimientos: son agradables a la vista y al tacto, pero además son un “statement” acerca del planteo de este auto eléctrico.
La posición de manejo es muy relajada y cómoda. No hay ninguna pretensión de deportividad, a pesar de que es un auto con 220 caballos de potencia. Sólo le hubiera agregado un techo panorámico, para ver las gotitas de la tormenta y las primeras luces del amanecer, mientras Charlie sigue gatillando fotos.
En las plazas traseras hay espacio amplio para tres pasajeros. El baúl tiene una capacidad de 440 litros, con un pequeño compartimiento oculto para guardar los cables de recarga de la batería. No hay rueda de auxilio: es un detalle que le falta para adaptarse a la dura realidad de nuestras calles (y a los tremendos pozos llenos de agua de Libertador).
SEGURIDAD
Ahora llegamos al Obelisco. Sigue lloviendo sobre Buenos Aires, pero el tándem Tarditti-Mainardi no quiere dejar de fotografiar el Mégane E-Tech junto a los principales íconos de la ciudad. En 1992, en esta misma Plaza de la República, manejé de madrugada el primer Peugeot 405 nacional, para hacerle una producción de fotos y videos. Había estado todo el día estudiando y trabajando, pero me tocó hacer “horas extras” sin parar a descansar. Manejar con sueño es horrible y en un momento llegué a parpadear de cansancio: casi me subo a la plazoleta. Hubiese salido en la tapa de los diarios: “Un dormido estrelló el nuevo Peugeot contra el Obelisco”.
El Mégane E-Tech llega a la Argentina con siete airbags y 26 sistemas de asistencias a la conducción (ADAS). Esto incluye frenado autónomo de emergencia, sistema de mantenimiento de carril reconocimiento de señales de tránsito y el más importante para mí: “Detector de fatiga”.
El Mégane E-Tech ya fue sometido a las pruebas de choque de EuroNCAP. Logró la calificación máxima de cinco estrellas, con 85% de protección para adultos, 88% para niños y 65% para peatones. No sólo es el Renault más moderno que se vende en la Argentina. También es el más seguro.
MOTOR y TRANSMISIÓN
El Mégane E-Tech llega a la Argentina en una sola versión, llamada EV60. Tiene una batería de 60 kWh, que alimenta un motor eléctrico ubicado bajo el capot: desarrolla 220 caballos de potencia y 300 Nm de torque. Renault declara una autonomía de 450 kilómetros, pero lo más interesante es la potencia de carga de la batería: 22 kW con corriente alterna y 130 kW con continua, lo cual permite recuperar la batería en mucho menos tiempo que en otros autos eléctricos que se venden en Argentina. En un cargador rápido se obtiene una autonomía de hasta 300 kilómetros con una parada de apenas 30 minutos.
COMPORTAMIENTO
Todo eso convierte al Mégane E-Tech en un auto eléctrico muy disfrutable para todos los días, que incluso se puede usar en alguna escapada de fin de semana. La respuesta del motor de 220 caballos es fantástica: acelera de 0 a 100 km/h en 7.4 segundos y recupera de 80 a 120 km/h en apenas 4.1 segundos. La velocidad máxima está limitada a 160 km/h, para evitar un excesivo consumo de la batería.
En la ciudad es un auto perfecto para manejar a diario. El andar es muy cómodo, silencioso y todo en la cabina está bien ubicado para que se disfrute mucho, incluso en los embotellamientos más tediosos. La maniobrabilidad es excelente y es muy sencillo de estacionar.
Por supuesto, cada vez que te subas a una autopista vas a querer pisarlo un poquito más y ahí tampoco defrauda. Más allá de lo que empuja el motor, me gustó la precisión de la dirección eléctrica. Las suspensiones no son duras, pero se encargan de que la carrocería no se incline mucho (ni en las curvas ni en las aceleraciones fuertes o en las frenadas bruscas). Es una puesta a punto confortable, pero sin dejar de lado el comportamiento dinámico.
Si bien Renault declara una autonomía ideal de 450 kilómetros, el rendimiento real alcanzado durante la prueba estuvo más cercano a los 390 kilómetros. Sigue siendo un muy buen valor para un auto que está pensado para recargar todas las noches en tu casa, con alguna escapada en ruta, como podría ser un viaje a la Costa Atlántica.
No todas las fotos de esta nota se hicieron en el Túnel de Libertador o en el Obelisco. Vas a ver que algunas imágenes corresponden a la playa de estacionamiento del nuevo Restaurante Kansas, en Nordelta. Allí está el primer puesto de carga de autos eléctricos de la empresa ChargeBox Net, alimentados con energía solar.
Nicolás Nervi, titular de ChargeBox Net, maneja todos los días un Nissan Leaf y se acercó a curiosear el nuevo Mégane E-Tech. Lo que sigue a continuación es un ejemplo acerca de cómo a los fanáticos de los autos nos apasionan diferentes facetas de los “fierros”.
A Nervi le gustó el diseño del Mégane y la calidad de terminación del interior, pero alucinó en colores con la capacidad de carga de sus baterías: “Lo más novedoso del Mégane E-Tech es que la carga semi-rápida, con corriente alterna, se hace a 22 kW. Esto es muy bueno, porque la carga semi-rápida siempre es la ideal para proteger la batería y es el tipo de cargador que más abunda en Argentina. Con 22 kW, en apenas una hora y media ya podés recuperar el 50% de la batería. Es ideal para los cargadores que hoy te cobran por el tiempo de carga que permancés conectado: con 22 kW cargás mucho más en menos tiempo”, explicó.
Y puso un ejemplo: “Una capacidad de carga de 22 kW es algo que en Argentina sólo ofrecen autos eléctricos muchos más caros, potentes y exclusivos que el Mégane, como el Porsche Taycan o el Audi GT E-Tron. Eso es lo que más me gustó del Mégane E-Tech, por lejos”.
CONCLUSIÓN
Hace rato que la gama de Renault en la Argentina se parece poco a los modelos que la marca francesa ofrece en Europa. Pero, cada tanto, llega alguna muestra de lo que es capaz de crear el Rombo en el Viejo Continente. Al comienzo de la nota mencionaba al legendario R21 TXE, un auto tecnológico y elegante, que marcó un hito en las calles argentinas hace unos 35 años. No era un auto popular, sino un “buque insignia”, que demostraba todo lo que era capaz de ofrecer la empresa.
Eso es lo mismo que hoy propone el nuevo Mégane E-Tech. Su precio en Argentina no es nada accesible: 71 millones de pesos. Sin embargo, es una demostración de tecnología y vanguardia al mejor estilo francés.
Amanece en Buenos Aires y la tormenta se está despejando. Los rayos y centellas quedaron atrás y todo el equipo descansa un rato para tomar un cafecito, mientras se recarga el Mégane E-Tech. Charlie Mainardi nos muestra un primer adelanto de las fotos que logró bajo la lluvia, de madrugada y con poca luz.
El Túnel de Libertador ya es como un “túnel del tiempo”. Hace tres décadas entré ahí manejando un Renault con carburador y recién acabo de salir manejando un Renault eléctrico. Estamos siendo testigos de un cambio histórico, no sólo en la marca del Rombo: es un espectáculo de soluciones de ingeniería que abarca a toda la industria automotriz mundial. Tenemos la suerte de ser testigos de una revolución electrizante y sentados desde una butaca de privilegio: esa que está ubicada justo frente al volante.
C.C.
Fotos: Charlie Mainardi (MiuraMag) y Orly Cristófalo (InsideEVs).
Galería: Renault Mégane E-Tech (Fotos: Charlie Mainardi - MiuraMag)
Galería: Galería: Renault Mégane E-Tech (Fotos: Orly Cristófalo - Inside EVs)
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Ficha técnica Renault Mégane E-Tech