La Kuga ya es un clásico de Ford. La SUV para el Segmento C (compacto) que nació hace 15 años como un complemento del Focus hoy es una verdadera sobreviviente: es uno de los pocos modelos que resistió a "la gran purga" de 2018/2019, donde la marca abandonó por completo el segmento de los autos (Ka, Fiesta, EcoSport, Focus y Mondeo) y también el de los camiones.
La Kuga resistió porque es una SUV, que es uno de los segmentos de mayor ventas mundiales en los últimos años. Pero ya no está sola. Hoy todas las marcas tienen una SUV como la Kuga e incluso Ford tiene otros dos productos en el mismo Segmento C: Territory (185 cv, entre 35 y 38 millones de pesos, leer crítica) y Bronco Sport (entre 175 y 254 cv, entre 41 y 45 millones de pesos, leer crítica).
Para diferenciarse, la Kuga se ofrece desde hace tres años en Argentina sólo en versiones híbridas. Y en agosto de 2023 se lanzó a la venta un restyling, que recortó la gama a sólo una variante: Kuga Hybrid Platinum AWD, que tiene un precio de lista de 84.602.400 pesos.
La probamos una semana y la crítica completa se reproduce a continuación.
POR FUERA
Rediseño tras rediseño, la Kuga va perdiendo cada vez más los rasgos angulosos que caracterizaron a las primeras generaciones para ofrecer la silueta que vemos hoy: una SUV de líneas fluidas, suaves, elegantes y aerodinámicas. Es una decisión conciente de la marca: es una manera de diferenciarla con claridad de la más aventurera Bronco Sport y de la más voluminosa Territory, para que no haya "canibalización interna". Es más distinguida que sus dos hermanas, sin dudas: ¿pero es el doble de distinguida? Esas son las enormes diferencias de precios que hoy se pueden encontrar en los concesionarios entre las Territory y Bronco Sport de "entrada a gama" y esta Kuga que sólo se ofrece en versión "full-full".
Con este restyling, Kuga Hybrid estrena una nueva parrilla frontal, con una barra de luces leds que abarcan todo el frente y conecta los dos faros principales (también Full Led). Las llantas de aleación de 19 pulgadas también son de nuevo diseño y están calzadas con Bridgestone Ecopia 225/55R19. Las ópticas traseras son de nuevo diseño y también se modificó el aplique trasero de color gris claro. Tiene barras longitudinales en la parte superior, spoiler sobre la luneta y techo panorámico de serie.
Si sus hermanas de Ford están tan lejos en precio, ¿contra quiénes compite la Kuga Hybrid en la Argentina? Las rivales más lógicas son otras SUVs híbridas importadas extrazona, como la Nissan X-Trail E-Power (205 cv, 100 millones de pesos, leer crítica) y Toyota Rav4 Hybrid (220 cv, sin precio hoy en Argentina, leer crítica).
POR DENTRO
Si por fuera es elegante y moderna, por dentro es donde realmente se nota la diferencia de precios con sus hermanas de Ford. Aunque no tanto, porque la Territory mejoró muchísimo en su última evolución (leer crítica).
La Kuga Hybrid (2024) viene equipadísima de serie: tapizado en cuero, techo panorámico, equipo de audio Bang&Olufsen (con 10 parlantes) y dos grandes pantallas: tablero digital de 12.3 pulgadas y sistema multimedia táctil de 13.2 pulgadas. Viene con el sistema de conectividad Sync4 (con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos) y varios gráficos para analizar el funcionamiento del sistema híbrido y hacer un buen seguimiento de la eficiencia en el manejo.
El asiento trasero es cómodo y tiene espacio para tres adultos, aunque la Territory es mucho más generosa en ese aspecto. La X-Trail E-Power, además, cuenta con la ventaja de tener tres filas de asientos (es el único híbrido de Argentina con siste plazas). El baúl de la Kuga tiene 518 litros de capacidad y se puede ampliar el volumen gracias a que los asientos traseros son reclinables, deslizables y plegables. Con tanto espacio disponible es incomprensible que ofrezca una rueda de auxilio finita, de uso temporario.
¿Otro defecto? Las banquetas de las butacas delanteras son muy cortas y dejarán algo incómodos a los conductores con piernas más largas. Fuera de ese detalle, la posición de manejo es cómoda. Se nota un mayor esmero en los tapizados (con cuero de mejor calidad y ahora microperforado) y en el confort orientado hacia los dos ocupantes de las plazas delanteras: mejoraron los revestimientos en las puertas, las butacas delanteras son calefaccionadas y los ajustes eléctricos de los asientos tienen 10 posiciones para el conductor y 6 para el acompañante.
SEGURIDAD
Este siempre fue uno de los aspectos más detacados de la Kuga Hybrid y con este restyling sumó nuevos dispositivos de seguridad. El paquete Ford Co-Pilot 360 (que es como la marca llama a las asistencias a la conducción, también conocidas como ADAS) sumó funciones de asistente de frenado en reversa y cámara de visión en 360 grados. Después conserva un completo despliegue de siete airbags, monitoreo de presión de neumáticos, control de estabilidad, control de tracción y otras ADAS que ya tenía: monitoreo de punto ciego, sensores de estacionamiento traseros y delanteros, control de crucero adaptativo (con Stop&Go), sistema de mantenimiento de carril, detector de fatiga y asistente de pre-colisión con detección de peatones.
La última vez que un organismo de seguridad independiente sometió a un crash test a la Kuga fue en 2019: EuroNCAP le otorgó la calificación máxima de cinco estrellas, aunque es una nota que se obtuvo con protocolos anticuados. Sería interesante conocer calificaciones más actualizadas.
MOTOR y TRANSMISIÓN
Acá no hay novedades con respecto a la Kuga pre-restyling, porque sigue sólo con opción híbrida. Tiene un motor naftero Atkinson 2.5 16v (165 cv y 210 Nm) y un motor eléctrico (130 cv y 235 Nm). Cuando trabajan de manera combinada entregan 203 cv (torque combinado no informado). Se combina sólo con caja automática de variador continuo (eCVT) y tracción integral (AWD).
La mala noticia es que dejó de ofrecerse la versión de entrada a gama SEL 2WD. Tenía la misma mecánica híbrida, pero con un equipamiento más sencillo y tracción simple lograba un precio un poco más accesible.
En mercados como Estados Unidos también hay versiones no-Hybrid: tienen los motores Ecoboost 1.5 y 2.0 de la Bronco Sport, con potencias entre 175 y 254 caballos. Ni hablar de Europa, donde persisten versiones turbodiesel y hasta una variante con estética deportiva (ST-Line).
COMPORTAMIENTO
La Kuga Hybrid AWD es un auto muy agradable para usar todos los días. Es silencioso, confortable y muy ágil para el tránsito diario. Es fácil de estacionar y no te cansa en el tránsito. Su fuerte, sin embargo, son los viajes en ruta. Hay un abismo de diferencia con los dolorosos consumos que tenían las viejas Kuga con motores más antiguos.
Durante la semana de prueba, la Kuga (2024) gastó una media de apenas 6.8 litros cada 100 kilómetros. En ruta, se viaja a 120 km/h constantes con un gasto de 5.9 litros, mientras que en ciudad consume 8 litros. Con esos valores, los 54 litros de capacidad del tanque de combustible parecen eternos.
El resto de las prestaciones también son muy buenas: acelera de 0 a 100 km/h en 7.9 segundos, alcanza una velocidad máxima de 191 km/h y recupera de 80 a 120 km/h en 5.4 segundos.
Tiene tracción integral, así que también la probamos fuera del asfalto. Pensaba que las llantas de 19 pulgadas iban a sufrir en los terrenos desparejos, pero se comportó de una manera más digna de la que esperaba. Sólo los amortiguadores del tren delantero tienden a hacer tope en expansión cuando las irregularidad van más allá de lo que espera una SUV de este tipo. El sistema AWD no está pensado para la tierra o el barro, sino para alguna incursión tranquila en la playa. También brindará mucha seguridad a quienes circulen en zonas de nieve, hielo y lluvias torrenciales.
Es un vehículo estable, silencioso y muy eficiente para hacer muchos kilómetros de ruta a muy buen ritmo de velocidad. La única limitación para viajar, de manera insólita, es su inútil rueda de auxilio.
CONCLUSIÓN
¿Podría tener una butaca con banqueta más extendida? Puede ser. ¿Sería interesante sumar levas del cambio para operar el sistema híbrido? Es posible. ¿Debería ofrecer un auxilio de verdad de serie? Sin dudas. Más allá de eso, la nueva Kuga Hybrid (2024) es un vehículo irreprochable: moderno, elegante, cómodo, veloz, ágil, seguro y con consumos muy bajos para un vehículo de este peso y prestaciones.
La única limitación, desde ya, está en su precio. Quien busque una SUV del Segmento C (compacto) tiene en la propia gama de Ford al modelo más recomendable de este momento en la Argentina: la Bronco Sport 2.0 Wildtrak (leer crítica), que tiene un precio de lista apenas por la mitad de esta Kuga.
Por otro lado, quienes busquen un vehículo híbrido por sus diversos beneficios (menor consumo y exención del impuesto a las patentes en algunos distritos) tal vez prefieran productos más accesibles. Una Toyota Corolla Cross Hybrid no ofrece ni por asomo la experiencia de una Kuga Hybrid, pero también cuesta menos de la mitad que este Ford. Estamos hablando de una SUV con valor premium, en una marca que no lo es.
Nadie lo duda: la Kuga (2024) es un excelente producto, que sólo podrá disfrutar un público muy exclusivo.
C.C.
Producción fotográfica: Jacinto Campos
Galería: Crítica: Ford Kuga Hybrid (2024)
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