Desde San Isidro (Buenos Aires) - No puedo negar que, en lo que va de este año, muchas de las actividades entre quien escribe y la familia de Motor1/InsideEVs Argentina han girado alrededor de dos cosas muy agradables: asados y cubanitos. Estuvieron presentes en la gira de verano con la Jeep Compass Trailhawk (leer crítica), viajaron en trámite express con la Ford F-150 Híbrida (leer crítica), también con la Fiat Toro T350 Volcano de la prueba de larga duración (leer crítica) y fueron parte de la organización y ejecución de este hermoso evento conocido como The Run (leer cobertura completa).

La gran novedad del encuentro, que estuvo prácticamente embargada hasta su aparición física, fue la posibilidad de contar por primera vez en público con el novísimo Ford Mustang Mach-E, que se lanzará el año que viene a la venta en la Argentina (leer anuncio oficial).

Es un vehículo con muchísimo éxito en Estados Unidos y Europa, que con suma irreverencia se auto-percibe Pony Car (lleva orgulloso la insignia legendaria en su frente), y que tuvimos la oportunidad de probar por algunas horas el domingo pasado en The Run.

Por cuestiones administrativas, no tuve la chance de manejarlo en calles ni rutas, dado que al tratarse de una importación temporal su uso se encuentra restringido a los funcionarios de la marca, pero sí tuve un amplio contacto con él y pude conducirlo brevemente por un espacio cerrado a la circulación. Fue más que suficiente para acercarles algunas impresiones.


Clase Mundial

La primera novedad de este Mustang Mach-E es la posibilidad de probar un vehículo global de algo que podríamos definir como “World Class”. Es decir: un auto que hoy compite en la primera línea contra los pesos pesados de la electrificación. En particular, se planta contra los modelos más populares de Tesla del Segmento D (el Model E y fundamentalmente el Model Y, los más exitosos de esa marca en la actualidad).

Esto significa que nuestro país empieza a estar “en el radar” de la electrificación de las grandes marcas. Ford ya confirmó para 2023 el lanzamiento de este vehículo, que nos plantea una primera incógnita.

¿Qué es? ¿Una coupé? Definitivamente no, a pesar de tener un planteo decididamente deportivo y con independencia a su formato de cuatro puertas. ¿Es una SUV? Con su doble tracción podría considerarse, pero su despeje y planteo tampoco lo definen exactamente en ese lugar. El segmento más adecuado en mi humilde entender es ubicarlo en esa definición comodín de "Crossover", un vehículo que combina atributos de muchos segmentos.

Al mirarlo con mayor detenimiento, tampoco se esfuerza en ocultar sus particularidades ni pretende esconder su raíz tecnológica. El piso/zócalo mucho más amplio que lo normal nos muestra que está construido desde cero para albergar a un enorme paquete de baterías, en este caso de 98.7 kWh, que a su vez promete uno de los centros de gravedad más bajos de la historia para un ‘Stang.

El acceso es a través de un botón en las puertas y una pequeña agarradera en forma de aleta, sin intención de imitar a nadie. Adentro despliega una pequeña pantalla de información al conductor y una enorme consola central de 15,5 pulgadas en formato vertical, donde reina una rueda de selección “símil analógica”. Por supuesto, incorpora las últimas versiones de Apple CarPlay y Android Auto, combinadas con nutrida información sobre el vehículo, la climatización y, por sobre todo, la gestión energética.

En dimensiones, el interior es más parecido al de un Segmento C generalista que a un D, no me noté holgado de espacio en relación a mi actual Toyota Corolla Cross (leer historia). En términos globales, la disponibilidad de espacio al sumar ambas áreas de carga es más cercana a lo que conocimos en el Mondeo Vignale Hybrid (leer crítica).

Todo se da en un marco de muy alta calidad de terminaciones, con numerosas secciones de tela y un equipo de sonido premium de B&O, entre otros. En términos de percepción, es superior a lo que he podido experimentar en los modelos de Elon Musk. Por el resto, es un vehículo funcional y minimalista que, sin ser un premium, tiene algunos de los materiales de mejor calidad que lo ofrecido normalmente por las marcas generalistas.


En Movimiento

Si bien el contacto dinámico fue bastante breve, más allá de las características de silencio que ya intuimos, sorprende la suave pero enorme entrega de potencia (no sólo por sus 357 caballos, sino por la naturaleza instantánea del torque eléctrico). Insisto en que no hicimos ninguna prueba de aceleración ni velocidad, pero no puedo evitar obsesionarme con la posibilidad de que esto ocurra más pronto que tarde.

Sea por la novedad o por su presencia imponente con 4,71 metros de largo, donde un factor externo destacado son su llantas de 19 pulgadas pintadas de blanco a tono con la carrocería, el Mach-E congregó a la multitud más numerosa que circuló por los alrededores de la rotonda de Acassuso (y eso que estaba flanqueado por verdaderos llamadores de atención como un Mustang “tradicional”, un Mach 1 y la Flecha de Plata con la que C.C. encabezó la caravana (ver nota).

En los momentos en los que nos instalamos en el auto (o tuvimos el tupé de abrir el capot para mostrar nada más que un espacio vacío donde llevar algunas cosas o enfriar unas bebidas con hielo), nos invadieron con preguntas esperables y recurrentes: "¿Cuánto cuesta? No puedo decirlo ¿Cuánto dura la batería? Aún no lo confirman para Argentina ¿Dónde se puede cargar? En tu casa. Pero puedo decirte algo, cada vez que escuche el viento, susurrará tu nombre… Mustang. Con mi amor para toda la eternidad".

Quizás la pregunta que más me cueste responder sea: "¿Es un Mustang de verdad?"

Yo estoy convencido de que sí, porque cumple con las premisas que hicieron de ese nombre una verdadera leyenda. El Mach-E ofrece niveles de potencia que prometen una conducción entretenida, transmite deportividad y no reniega de elementos clave de su herencia de diseño. Pero, sobre todo, promete el ingreso -relativamente- accesible a estos atributos de maneras que antes no estaban disponibles. No veo la hora de que termine de llegar y hacerle unos cuántos kilómetros. Mientras tanto: bienvenido a la Argentina, Mach-E.

L.V.


Bonus Track: Otras baterías azules

La presencia del Mustang no fue la única electrificada del Óvalo para The Run. En un lugar destacado estaba el vehículo más impresionante que tuve la oportunidad de acelerar -como se debe- este año, la Ford F-150 Híbrida (leer crítica). La “Ferrari de 2.500 kilos”, que sirvió como Camera Car y vehículo oficial de La Jefa del Clan, sin lugar a dudas mi vehículo favorito entre todos los híbridos de la Argentina.

También estuvo presente en el evento Luis Zschocke con un impecable Mustang clásico de 1968 (ver Ford en The Run). Tuvimos la suerte de coincidir en la cuarta fila de la caravana, detrás de los DS clásico e híbrido enchufable (ver DS en The Run). En ese ínterin hubo un diálogo ventanilla a ventanilla, acerca de la (en mi opinión) oportunidad de desarrollar el mercado de retrofit en el segmento clásico (que Ford avala de alguna manera con la disponibilidad de sus e-crates para conversiones “eléctricas originales”).

Para mi sorpresa, Zschocke no cerró la ventanilla, sino que confirmó que la oferta de estos productos OEM para conversión está abriendo el juego para considerar estas opciones. ¿El mayor obstáculo? Por ahora el precio, al menos para un proyecto a la altura de la calidad que Luis propone en todas sus intervenciones.

L.V.

frunk

¿Que hay abajo del copt? Un baúl frontal o "Frunk".

Ford Mustang Match-E en The Run 2022.

Ford Mustang Match-E en The Run 2022 (igual de silencioso quieto que andando).

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El Mach-E rodeado por un Mach1 y todos los clásicos que desfilaron en The Run 2022.

Ford Teh Run 7

¿Es un Mustang de verdad? Si no leíste la nota, subí que Leo te da su opinión.

Ford Teh Run 6

Pasado y presente con vistas de futuro de Ford en The Run 2022.

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Una pantalla chica y otra de 15,5 pulgadas donde se controla todo en el Mach-E.


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