Treinta y cuatro años de docencia me han dado mayoritariamente satisfacciones profesionales y muchas gratificaciones. He sido honrado, y hasta hoy, los reconocimientos se suceden. No hacen falta medallas a la trayectoria ni diplomas; simplemente que como estudiante hayas tenido un crecimiento y acceso al conocimiento como se debe. Luego los resultados que obtengas acompañarán. No hay mejor devolución que esa. El invisible proceso que deviene en progreso.
Es muy saludable recibir a vuelta de un tiempo esos resultados, los cuales llegan como proyectos con gran potencial; los mismos nos develan que el autor va contando con lo necesario para abrirse paso como diseñador en su vida post-académica. Ya están casi listos; a un golpe de horno.
En ITM (Instituto Tecnológico de Motores) esos tiempos de cocción son algo reducidos pues la Tecnicatura Superior en Diseño Industrial con orientación a industria automotriz solo lleva tres años de cursada. Es rápido y vertiginoso el avanzar en la adquisición de saberes y técnicas, pero los resultados muestran que suceden cosas.
En los últimos años venimos trabajando la temática de la movilidad eléctrica, tanto para uso urbano como recreativo. Aquí veremos pues algunos ejemplos de esos trabajos.
Profesor: Carlos Alfredo Pereyra - Fotos: Freddycam
Alfa Romeo Prima Impresione

Aún con la mayor parte de sus clases dictadas en formato virtual (dos largos años, o cortos, según como se los mire), el estudiante Ian Sucholicki supo destacarse. El suyo es un caso especial pues le encontró el atractivo a dominar las diversas técnicas de presentación para que sus proyectos sean comunicativos y vendedores. Trabaja sin problemas con el dibujo a mano alzada, con la redacción de memorias descriptivas, con el modelado digital, y (con alguna dificultad) con las maquetas. La tecnología de impresión 3D ha ayudado mucho a que esto último no se notara, permitiendo corporizar a las ideas.
Su proyecto Alfa Romeo Prima Imprezione (primera impresión) se originó en la suposición de un vehículo que pueda ser eje de un encuentro, y el efecto que puede causar sobre el ocasional invitado a la cita. Realizó muchos bocetos a mano hasta encontrar el estilo pretendido, y no descansó en su búsqueda permanente. Costaba hallar el tamaño de cabina justo, y transformar a un deportivo en un citycar apto para uso diario. Paso a paso se fue llegando a la configuración de chasis y cabina que pudiera reunir correctamente la habitabilidad, con el espacio destinado al powertrain.

Su base es el chasis del Alfa Romeo 4C, convertido a un vehículo urbano de gran atractivo y prestaciones eléctricas

La inspiración "retro" proviene de singulares donantes, como el Alfa Romeo 33 Stradale

Este es el proyecto final del estudiante Ian Sucholicki

Prototipo H01 - eléctrico para Track Day
En el caso de Nicolás Herrera tenemos una situación especial, pues él traía conocimientos previos de diseño industrial, por haber cursado en la Universidad de San Juan, su tierra natal, pero no había incursionado en el diseño vehicular antes. Al iniciar sus estudios en ITM comenzó en primer año como todos los ingresantes, pero rápidamente se destacó y tuvo a mano todo lo que necesitaba para demostrar que su potencial lo podía llevar a más. Su suficiencia le permitió subir niveles y enfrentar, con total solvencia, proyectos más avanzados. Por si faltaba una muestra, se sumó al trabajo práctico de los estudiantes del último año y corporizó en bocetos, en digital y en una maqueta impresa en 3D un fabuloso vehículo eléctrico especial para Track Day. Tanto se entusiasmó y puso de sí, que lo finalizó antes que sus compañeros. No solo eso, desafiando a lo convencional se aproximó a un monoplaza de alto rendimiento con un chasis de competición extremo y una aerodinámica depurada, con un espacio justo y necesario para que un piloto experto lo pueda tripular y llevarlo a pelear el tiempo de vuelta a la milésima de segundo. Aquí se conjugan materiales aeroespaciales y un diseño basado en la premisa de ir más rápido y ser consistente. No se trata de un producto para iniciados, el que se sube a este vehículo debe estar entrenado, tener conocimiento y estado físico/mental. Aún así es un producto concebido bajo las reglas de un Track Day Car, pero bien podría ser un prototipo de un automóvil de competición para categorías de formación de pilotos.

El modelo impreso fue tratado con sumo cuidado y finalizado para que cause el debido efecto, como una máquina de alta tecnología. El H01 de Nico Herrera

Si bien en los track days algunos van a divertirse con sus autos de uso diario, otros van con metas semiprofesionales, donde hasta entrar en el cockpit ya puede ser un desafío al estado físico.
Extra: el Track Day eléctrico de Agustín Valdéz
En proceso de construcción, anticipamos el proyecto de Agustín Valdéz (el cual se publicará junto a otros proyectos en breve). En este caso se trata de un biplaza eléctrico roadster, para recibir el viento en la cara a no mucha velocidad, pero si con buenas sensaciones de paso por curva, gracias a su chasis liviano y con prestaciones racing.

Pronto llegarán más eléctricos Track Day a Motor1
Galería: Track Day eléctricos