Como todos sabemos, la automotriz estadounidense Tesla ya es uno de los protagonistas de la industria global del automóvil. Con más de 1.3 millones de autos entregados en 2022, fue el decimosexto fabricante que más vendió en el mundo, por delante de la firma italiana Fiat (leer opinión sobre este caso) y por detrás de la marca china Changan.
El volumen de ventas de Tesla aumentó un 40% frente a 2021, lo que significa que fue la marca con el segundo mejor rendimiento del Top 25 global, solo superada por la china BYD (+152%).
A medida que sus modelos son cada vez más conocidos en todo el mundo, los autos de Tesla comienzan a enfrentarse a más rivales de diferentes marcas. Tesla es relativamente nueva en comparación con fabricantes tradicionales que llevan más de un siglo haciendo autos, pero -en la medida en que gana market share- es inevitable comparar sus productos con las marcas tradicionales, algunas generalistas y otras premium. Pero, un momento: ¿los autos de Tesla son realmente "premium"?
El debate surgió entre los lectores de InsideEVs Argentina días atrás, cuando publicamos las cifras del avance de las ventas de Tesla frente a las marcas premium alemanas y tradicionales: Audi, BMW y Mercedes-Benz (leer acá).
Afirmativo

Mi respuesta a si Tesla es una marca premium, es un rotundo "sí". La principal razón para situarla en ese segmento es el posicionamiento de sus autos. Esto incluye no solo el precio, sino también la forma en que la marca promociona y comunica sus productos al público (y las características en las que se centra). Como una marca pionera o 'early adopter' en el mundo eléctrico, Tesla tiene la ventaja de ser reconocida como una firma "innovadora", por delante del resto de marcas, sobre todo en lo que respecta a la tecnología de vehículos eléctricos y su eficiencia.
El posicionamiento y la imagen de cara al público permiten a Tesla vender sus autos por un precio al nivel de marcas premium como Mercedes-Benz o BMW. Por ejemplo, el mayor competidor del Tesla Model 3 (leer crítica) entre los modelos con motores de combustión interna no es un Toyota Camry, sino un Mercedes-Benz Clase C (a pesar de que el Tesla es bastante espartano en cuanto a gadgets y detalles interiores).
Como una elección innovadora y alternativa para muchos consumidores, Tesla puede jugar tranquilamente en ambas facetas de la industria: puede ser generalista (cuando le conviene) y premium (cuando le resulta rentable). El hecho de que estos autos cuenten con algo realmente nuevo y mejor que la media con respecto a lo que ofrecen los eléctricos actuales, es una buena razón para incluir a los Model 3, Model S, Model X y Model Y como vehículos premium.
Negativo

Pero un momento: no todo lo que ofrece Tesla puede ser considerado "premium". O al menos está lejos de conseguirlo. Porque, ¿cuál es la definición subjetiva de "auto premium"?
Son vehículos generalmente asociados al trío alemán formado por Audi, BMW y Mercedes-Benz. Piden más dinero por sus autos porque incluyen mejores terminaciones, soluciones más avanzadas o simplemente porque son sinónimo de "exclusividad". Su éxito inspira a muchos otros fabricantes a encarar también este lucrativo mercado, donde los márgenes de ganancia por la venta de cada unidad son mucho más elevados: es negocio ser premium y cada vez más marcas lo descubren. Tenemos ejemplos como Lexus (de Toyota), Acura (de Honda), Infiniti (de Nissan), Genesis (de Hyundai), Lincoln (de Ford), Cadillac (de General Motors) o los reposicionamientos que están buscando marcas como Alfa Romeo, DS, Subaru, Volvo y Jaguar.
En todo caso, el interior de un Tesla no es de lujo. Puede que cuente con soluciones interesantes desde el punto de vista de la conducción y el software, pero el interior normalmente no es tan atractivo como el de un auto premium convencional. El tablero no es solo sencillo -porque lo "simple" también puede ser premium-, sino que a veces es pobre en cuanto a sensaciones de calidad. Los asientos también están un paso por detrás.
Por supuesto, esto es algo subjetivo. El hecho de que un auto sea más o menos premium está marcado por factores muy diversos, que varían de un consumidor a otro. Al fin y al cabo, lo más importante es la felicidad y la satisfacción de quien conduce el vehículo.
* El autor es especialista en la industria del automóvil en JATO Dynamics.