Los trolebuses tienen bastante presencia en el interior del país y, en lo que respecta a la Ciudad de Córdoba y Rosario, han presentado un problema: a las autoridades se les complica comprar unidades 0km y por eso han comenzado a analizar alternativas para continuar prestando el servicio de manera adecuada. 

En Córdoba, la última incorporación de trolebuses se realizó en febrero de 2016: fueron apenas siete unidades que pasaron a reforzar la flota que viene funcionando desde 1989 y que cuenta con modelos -entre otros- que fueron fabricados en la extinta Unión Soviética. 

Las últimas unidades incorporadas pertenecen a la empresa rusa Trolza, que quebró en 2021, y las autoridades cordobesas explicaron que "Hoy es muy difícil comprar trolebuses, por eso incorporamos ómnibus diésel con motores modernos de baja contaminación”. 

Mientras tanto, en Rosario están aplicando la técnica del retrofit en planta (saber más) para convertir viejas unidades diésel en eléctricas, algo que también viene realizando la Universidad Nacional de La Plata en conjunto con empresas privadas de transporte urbano (más info acá). A continuación se reproduce un informe del diario La Voz del Interior en el que se explica la situación de los trolebuses en Córdoba y en Rosario. 

(*) Foto de portada: La Voz del Interior

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Por qué no se compran trolebuses nuevos para la ciudad de Córdoba y lo que está haciendo Rosario

Cada unidad nueva cuesta unos 500 mil dólares. La última se incorporó en 2016. Una experiencia singular está desarrollando la ciudad de Rosario.

Por: La Voz del Interior

La última incorporación de trolebuses a la ciudad de Córdoba fue en febrero de 2016 . Fueron apenas siete coches marca Trolza, de origen ruso, que pasaron a reforzar la flota compuesta por viejas unidades que circulan desde 1989. Desde entonces, la empresa municipal Tamse viene sumando decenas y decenas de ómnibus diésel, pero no hubo ni hay planes concretos para adquirir nuevos vehículos eléctricos.

Hoy, circulan por las catenarias que se extienden por los barrios pericentrales de Córdoba 40 trolebuses, según la información oficial brindada por Tamse: 30 son marca Ziu modelo 682 B, uno marca Belkommunmash, y siete Trolza (dos modelos Megalópolis, y cinco modelo Óptima). Los 30 Ziu vinieron de la desaparecida Unión Soviética en 1989.

Es decir que, gracias a varias renovaciones y puestas en valor por parte del personal especializado de Tamse, hace 33 años que trasladan pasajeros por las calles de Córdoba. A finales de la década de 1990 se sumaron unidades chinas marca Norinco, que fueron saliendo de servicio en los primeros años de 2000. Las últimas siete circularon hasta 2011.

El Belkommunmash es de origen bielorruso y se sumó en 2009. El entonces intendente Daniel Giacomino pagó 1,66 millones de pesos, que al cambio de ese momento eran 428 mil dólares. En 2014, Ramón Mestre anunció la compra de nuevos trolebuses. Se terminaron de incorporar en febrero de 2016 y constaron 199 mil dólares los Óptima y 274 mil dólares los Megalópolis.

“Tenemos en la empresa técnicos e ingenieros que se la rebuscan para mantener en funcionamiento los trolebuses”, describe Eduardo Ramírez, presidente de Tamse. Los técnicos de la firma municipal hacen trabajos artesanales para que los vehículos sigan prestando servicio.

La falta de repuestos originales tiene que ver con dos cuestiones clave: la primera, la antigüedad de los coches soviéticos; y la segunda, con la quiebra en 2021 de Trolza. “Hoy es muy difícil comprar trolebuses, por eso incorporamos ómnibus diésel con motores modernos de baja contaminación”, agrega Ramírez.

En 2020, las autoridades de Tamse iniciaron conversaciones con Bogdan, una empresa ucraniana fabricante de trolebuses. La intención era que se ensamblaran en Córdoba, no sólo para abastecer a Tamse sino a toda la región. “Pero con la invasión de Rusia, perdimos todo tipo de comunicación con la empresa”, cuenta Ramírez, quien destaca que los trolebuses son “el corazón del sistema”.

Qué está haciendo Rosario

La ciudad de Rosario (Santa Fe) tiene dos líneas de trolebuses y atraviesa las mismas dificultades que Córdoba. La flota de la empresa municipal Movi tiene 19 unidades que funcionan desde los primeros años de la década del ‘90, producidos por Volvo en Brasil.

Y en 2017 sumó 12 coches Trolza Megalópolis. Alejandro Gentile, presidente de la empresa, coincidió en el diagnóstico que trazó su par de Tamse sobre los problemas para sostener la flota. “Hoy, un trolebús puesto en el puerto cuesta unos 500 mil dólares”, señaló.

La cifra está en línea con lo que pagó entre 2019 y 2020 el Servicio de Movilidad Eléctrica de la Ciudad de México para incorporar 193 trolebuses chinos. El costo promedio por esa cantidad de unidades fue de unos 470 mil dólares.

Los últimos ómnibus que compró Tamse costaron unos 17 millones de pesos. Los 500 mil dólares que cuesta un trole significan unos 80 millones de pesos al cambio oficial: con lo que se gasta en un coche eléctrico, se pueden comprar casi cinco diésel.

Ante ese panorama, Movi reactivó un plan para convertir ómnibus a gasoil en trolebuses. “A partir del chasis de un bus diésel, con motor a combustión, se le sacan las partes mecánicas y se agregan las partes eléctricas, el motor de tracción y todos los controladores para poder convertirlo en un trolebús”, detalló Gentile.

Movi, en conjunto con la Universidad Nacional de Rosario y la empresa rosarina de ingeniería y diseño Inventu, trabajó en esta iniciativa. “Este año encaramos la segunda unidad, ya con este con un modelo de producción mejorado al prototipo, y estamos pronto a habilitarlo para que cumpla servicio”, agregó.

El trolebús es un chasis de un ómnibus Mercedes Benz 1618 con carrocería Metalpar al que se le coloca un motor industrial eléctrico de fabricación nacional. El plan es reconvertir al menos 20 unidades. “El plan a futuro es poder mantener este proceso. Este modelo tiene la ventaja de ser muchísimo más económico que que la compra de un trolebús nuevo importado, está construido con todos materiales que podemos conseguir en el mercado”, afirmó Gentile.

El costo es de una quinta parte de un trole nuevo. Otras experiencias fallidas En varias oportunidades se intentó construir trolebuses en Argentina. En Córdoba, en 1999 una empresa desarrolló un prototipo que no tuvo éxito. Más acá en el tiempo, en 2016, llegó a prueba una unidad fabricada por Materfer, que también había sido probada en Mendoza. Tampoco prosperó.

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