Todos tenemos puesta la mirada en 2035, en realidad la Unión Europea donde se aprobó una iniciativa tan estricta qué, a partir de ese año, todo nuevo vehículo ligero deberá ser eléctrico o usar combustibles como el hidrógeno. Ahora surge una nueva alarma para los motores térmicos que podría adelantar su fecha de extinción a 2027 y se llama Euro 7. Pero ese fantasma que recorre toda Europa no tiene por que ampliarse a todo el mundo.

La nueva normativa anticontaminación para el Viejo Continente , que entrará en vigencia dentro de relativamente poco, establece restricciones anticontaminación ultra estrictas. Para hacerte una idea, los valores actuales fijan entre 500 y 1.000 mg/Km de CO2 se reducirían en 2027 al rango de 100 – 300 mg/Km, y los de NOx caerían a 30 mg. La manera de responder a esto necesitaría de un grado muy alto de inversiones en nuevos desarrollos.

Uno de los primeros en levantar la mano es Stellantis, que a través de su vicepresidente senior de Asuntos Corporativos, Davide Mele, salió al cruce de la problemática: “Abrazamos la transición [a los vehículos eléctricos], pero no olvidemos que existe una legislación Euro 7 que obliga a las empresas a invertir en el motor de combustión que morirá en 2035.

Lo que el directivo está diciendo es que hay muy poco tiempo entre la entrada en vigencia de una normativa y la otra (2027 y 2035) al menos en términos de plazos e inversiones para las automotrices. En algún punto están viendo algo similar a lo que sucede en el F1, hacia mitad de año el equipo debe de evaluar si seguirá invirtiendo sus recursos en el auto actual o si ya debe de dedicar su esfuerzo en el del año siguiente. Siguiendo con la comparación, en este caso, además, habría un importante cambio de reglamento.

Si realmente miramos el razonamiento que estamos haciendo, en realidad 2027 será ya un año en el que el motor térmico morirá. Desde este punto de vista, pedimos una revisión del Euro 7" comentó Davide Mele. Recordemos que Stellantis fue uno de ellos primeros grupos en cuestionar la aceleración de la electrificación con su CEO, Carlos Tavares declarando: “Los políticos son los que presionan por los autos eléctricos, no los fabricantes" (ver nota).

Stellantis no está sola en sus observaciones, el presidente del Consejo de Administración de BMW, Oliver Zipse comentó que los vehículos de combustión siguen siendo importantes a nivel global y que centrarse puramente en los eléctricos podría ser peligroso para las automotrices (ver nota). La refección es muy válida, hay que tener en cuenta mercados como el nuestro, y de la mayor parte del mundo, donde todavía no hay infraestructura de recarga y los precios de los 0km híbridos o eléctricos serían altamente prohibitivos.

Si lo analizamos, la entrada en vivencia de la normativa Euro 7 no va a signar la muerte de los motores de combustión en 2027, sino que va a acelerar una transición en Europa, que irá aumentando el grado de electrificación, ya sea en forma de 100% a baterías como de hibridación “profunda”, es decir más allá del MildHybrid. Toda la tecnología que ya se desarrolló para la normativa Euro 6 (y similares) se irá ampliando en el resto de los mercados globales. En resumen, las mismas automotrices seguirán con distintas gamas, aprovechando y amortizando desarrollos que ya habían realizado.

Volviendo a Stellantis, DS es un buen ejemplo de lo que podría suceder, al menos con marcas premium de origen europeo. En entrevista con Béatrice Foucher (ver nota), la CEO de la automotriz francesa comentó que todo auto nuevo que lancen a partir de 2025 será eléctrico y seguirán produciendo modelos con motores térmicos hasta 2028. Esta será una política global de la marca francesa, pero no quiere decir que todas las automotrices hagan lo mismo en todo el mundo, especialmente las que están radicadas y fabricando en regiones como la nuestra.

Finalmente están los combustibles que podríamos llamar alternativos. En este caso no me refiero a todos los provenientes de fuentes renovables, como el etanol, que siguen teniendo impacto en las emisiones del escape y también en otros aspectos (ver nota) pero si a otros productos sintéticos e inclusive al uso de hidrógeno, aunque eso también va a demandar el desarrollo de redes, adaptaciones e inclusive, la producción de ese gas.

En resumen, forzada o debido al gusto de los consumidores, la electrificación avanza a un ritmo cada vez más acelerado. Además de los híbridos, están los modelos 100% eléctricos cuya presencia irá impulsando la creación de una red de recarga. Sin embargo, lo que es realidad en algunas partes del mundo, no lo es en otras, y no veo que el motor de combustión muera en el corto y mediano plazo, ni en 2027, ni en 2035.

Las mismas automotrices que se deberán pasar exclusivamente al mundo del enchufe en mercados como el de la Unión Europea, seguirán produciendo y vendiendo modelos con motores nafteros y gasoleros en otras zonas del globo. Ya veremos por cuánto tiempo más.

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