A principios del Siglo XX, cuándo los autos y la movilidad personal eran aún una novedad, las posibilidades de motorización también eran múltiples, desde el vapor a la combustión interna, pasando por la electricidad. Todo se probaba y Ford, un innovador en la industria, incluso apoyó a su esposa en la creación de un auto eléctrico.

Clara Ford venía de una familia de trabajadores rurales, y durante la Gran Depresión impulsó a los empleados de Ford a crear sus propios jardines urbanos, pero también se dio cuenta de que la movilidad que brindaba el automóvil creaba nuevas oportunidades para que los agricultores vendieran sus productos directamente a la gente de la ciudad.

El vehículo que Clara Ford utilizaba era un Detroit Electric Model 47 Brougham, modelo 1914 que apenas superaba los 30 km/h y tenía la sorprendente autonomía de casi 130 kilómetros. Entre las ventajas estaban el silencio, la simpleza de uso y la seguridad, ya que no hacían falta conocimientos técnicos para manejarlo, no tenía manivela para encenderlo, algo trabajoso y también peligroso, ni había posibilidad de detonaciones o explosiones, comunes en los albores de la automoción.

En 1914 el propio Henry comentó: “Dentro de un año, espero, comenzaremos con la fabricación de un vehículo eléctrico. No me gusta hablar de cosas que tienen un año por delante, pero estoy dispuesto a contarles un poquito de mis planes”. Ford sabía que no era bueno anticiparse tanto, luego de realizar algunos prototipos, el modelo nunca llegó al público. La combustión interna ya se había hecho su lugar cerrando la ventana de oportunidades para otras soluciones.

Pasó más de un siglo para que la electricidad volviera a ponerse en uso en los automóviles. Hubo muchos intentos en el largo y sinuoso camino, pero la revolución a gran escala de los autos a baterías se está dando ahora, e inclusive en la Unión Europea ya cercaron la continuidad de la combustión. Ford ofreció modelos 100% a baterías en el pasado, hoy se destacan el Mustang Mach E y la F-150 Lightning, pero la compañía anunció la creación de una nueva unidad de negocio, denominada Ford Model e dedicada a la creación de vehículos eléctricos.

Henry Ford tenía una amistad con Edison quién, hacia 1903 ya había desarrollado baterías de níquel-hierro para diferentes usos, incluidos los automóviles. Ahora, la nueva unidad del óvalo ofrece un ambicioso plan de aumento de escala en la producción de vehículos eléctricos con una tasa de producción global anual de 600.000 unidades de este tipo para fines de 2023 y más de 2 millones a finales de 2026.

Ford y Edison, amigos y colegas
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