Al entregar mucho torque desde casi desde las primeras revoluciones, los autos con motores eléctricos no necesitan cambios. Esto casi no afecta la aceleración, pero tiene sus limitaciones. Por ejemplo la velocidad máxima tiene como tope la cantidad de rpm a las que puede girar el motor y la relación final de esa marcha fija. Ahora Toyota está estudiando crear cajas manuales para sus autos eléctricos, pero no tendrían engranajes sino que sería electrónica.

Puede ser que sumar velocidades solo sirva para que el departamento de marketing tenga algo con que seducir al cliente (ya hablamos del exceso de marchas en Motor1 Argentina) o para que ingeniería pueda lograr más eficiencia o velocidad. Un ejemplo es el Porsche Taycan, y su primo el Audi e-tron GT, que tienen dos marchas, pero -como en todo- dales tiempo y van desatar una competencia entre quién pone más… más potencia, más autonomía y ahora ¿cambios?

Así como las cajas CVT no tienen velocidades fijas, pero pueden imitarlas o generar puntos fijos (incluyendo levas al volante) este sistema de Toyota aportaría un pedal “de embrague” y una palanca “de cambios” que simularían marchas. La clave está en que no habría una verdadera transmisión sino software para alterar la entrega del torque. Sería algo así como controlar la reacción del acelerador según la pseudo marcha en la que esté circulando el auto.

¿Cuál sería el objetivo? Reproducir la emoción de la conducción que dieron hasta ahora los vehículos de combustión. Esta solución es parecida a los motores chicos que suenan más por el estéreo que por el escape. Sabemos que el auto eléctrico no necesita (muchas) velocidades, pero quizás el conductor de un futuro GR Sport cero emisiones desee una experiencia más nostálgica y estar más involucrado en la conducción.

Galería: Toyota patente de cambio manual EV

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