Ya no es novedad, la industria automotriz está yendo hacia el mundo de las baterías y también hacia eliminar uno de los componentes más usados (pero no provistos por el fabricante), el conductor. En esta vorágine tecnológica, Volvo está trabajando en el sucesor del XC90, su SUV más grande, que cumpliría con ambos objetivos, aunque parcialmente.
Si bien aún está en fase de pruebas en Suecia, el sistema Riden Pilot sería el encargado de tomar el comando del próximo crossover, pero solo en California (la tierra de la que Renault y el Megane E-Tech se burlaron en un comercial). La idea es comenzar en esa parte de EE.UU. (en varias jurisdicciones están prohibidos los sistemas autónomos) para ir ampliando gradualmente la oferta a otros mercados y regiones
Ofrecido por suscripción, el sistema califica como Nivel 3, es decir que no necesitaría supervisión en las rutas. El funcionamiento se basa en información externa sobre la ubicación en tiempo real del vehículo, pero también en una batería de ojos electrónicos on-board con sistemas LiDAR (por láser), cinco radares, ocho cámaras y dieciséis sensores ultrasónicos.
Galería: Volvo Concept Recharge
Hasta la fecha no hay más datos sobre el sistema autónomo, ni sobre el próximo SUV eléctrico de Volvo, pero todo indica que el debut del modelo estaría pautado para 2023 y que tomaría su inspiración en el concept Recharge presentado en 2021. Con tanta tecnología a cuesta, no llamaría la atención que su debut se produzca en el próximo CES.