Así lo contaba Federico Ovejero hace unas semanas (ver nota), y así lo dejan ver las noticias que llegan desde los Estados Unidos.
En el caso de la movilidad eléctrica y autónoma (al 100% en ambos ítems), GM primero se asoció con Cruise, empresa basada en San Francisco, California, una de las más importantes en el desarrollo de vehículos autónomos y eléctricos. Ambas unidas en el “joint venture” denominado Cruise Automation (donde GM tiene la propiedad mayoritaria) anunciaron el acuerdo con Microsoft para “acelerar la comercialización de vehículos autónomos”.
Las tres mega empresas unen sus esfuerzos poniendo en conjunto los conocimientos sobre software, hardware, utilización de la nube, y conocimientos de fabricación para “transformar el mundo del transporte y crear un mundo más seguro, limpio y accesible para todos”, como dice Mary Barra, CEO Global de GM.
Todo lo relacionado con vehículos autónomos tiene una gran base en la capacidad de realizar “cloud computing” y en eso Cruise y Microsoft unen lo mejor de sus empresas para buscar vehículos autónomos más seguros y confiables.
Cruise ya viene desarrollando desde hace un tiempo a Poppy, un vehículo autónomo (AV según las siglas en inglés), basado en un Chevrolet Bolt. Esta es la primera generación de autos autónomos de Cruise y ya acumulan millones de kilómetros recorridos en diferentes ciudades de los Estados Unidos y se empiezan a ofrecer a flotas, por ejemplo, para delivery de comida.
Poppy puede ver 360 grados y actuar de acuerdo a lo que los sensores detectan a su alrededor. Una de las últimas actualizaciones fue realizada en base a los ciclistas, para verlos y protegerlos de mejor forma. Sólo en Estados Unidos las muertes de ciclistas en accidentes de tránsito se duplicaron entre 2010 y 2020, y es un punto en el que Cruise ha trabajado mucho con sensores y sistemas de inteligencia artificial. Un dato interesante sobre esto es que el 95% de los accidentes son originados por errores de la conducción humana.
En eso trabajan GM y Cruise y ahora suman a Microsoft para la gestión de datos. Entre el gigante del software y el constructor de automóviles inyectarán cerca de 2 mil millones de dólares. El plan de Microsoft es utilizar Azure, su servicio para apps y datos en la nube. “Azure nos ayudará a escalar más rápidamente los servicios en la nube que requieren las apps y dispositivos de los vehículos de GM-Cruise, y así potenciar el desarrollo de los vehículos autónomos tanto para uso particular como para flotas”, comentó Satya Nadella, CEO de Microsoft.
Todo esto está empujando el desarrollo del Cruise Origin, primer vehículo autónomo sin volante ni pedales ni espejos retrovisores. Se trata de un autónomo diseñado para funcionar como transporte público al mejor estilo taxi o Uber, pero sin conductor y con un interior más parecido al living de una casa que al habitáculo de un automóvil.
Cruise, se esfuerza en resaltar que sus desarrollos se realizan en centros urbanos. Mientras muchas compañías de vehículos autónomos trabajan en carreteras desoladas, ellos lo hacen en pleno San Francisco, con sus calles con tránsito y con las famosas subidas y bajadas. Cruise y GM se jactan de trabajar mucho sobre la “seguridad psicológica”, donde el camino empírico de la experiencia de campo es el camino al éxito.
Un dato muy interesante, y que muestra cómo las principales metrópolis ya suman esta tendencia, es que Cruise también fue seleccionado como el proveedor exclusivo de servicios de transporte compartido de vehículos autónomos para la ciudad de Dubai, donde se prevé proveer aproximadamente 20.000 unidades de esta tecnología de movilidad segura y sustentable.
Volviendo a la frase del comienzo, las alianzas hacen avanzar más rápido los desarrollos y GM ofrecerá en todo el mundo un portfolio 100% eléctrico en 2040 y la buena noticia es que Argentina no será la excepción.
Así es el Cruise Origin por fuera.
Y así por dentro. No hay pedales ni volante. Totalmente autónomo. ¿Te animás?
Y él es Poppy.